El poder curativo de una mascota
Un terapeuta de cuatro patas
Mackenzie es un perrito havanés entrenado para contribuir a la mejoría integral de pacientes hospitalizados como integrante de un programa de terapia asistida con animales. Cada semana, trabaja como voluntario visitando a los pacientes del Hospital en compañía de Lynn, su dueña y compañera de equipo. Ambos son parte de Paws for Patients, un programa que se lleva a cabo en el hospital para llevar el poder curativo de los perros a los pacientes, sus familias y el personal.
Los perros de terapia influyen positivamente en la salud y calidad de vida de los pacientes de diferentes unidades como las de oncología, cardiología, rehabilitación física, pediatría, psiquiatría y neurología. Leer más
Programas como este son cada vez más frecuentes y se están extendiendo por todo el mundo aumentando el número de propietarios de perros interesados en formar a sus cachorros para convertirse en perros de terapia.
Numerosas organizaciones que trabajan para mejorar la calidad de vida de los perros y sus humanos, contribuyen a que las personas enfermas o con algún tipo de impedimento y sus familias accedan a los beneficios que brinda la interacción con animales, mediante la incorporación de perros de terapia, servicio o asistencia.
La terapia asistida con animales se basa en las pruebas científicas de que la compañía de un perro mejora la salud física y el bienestar psicológico. Numerosos estudios demostraron que a través de la interacción con perros, los pacientes pueden reducir sus niveles de estrés, ansiedad y depresión ya que disminuye su presión arterial. Muchas organizaciones proveen capacitación a los voluntarios para que tanto ellos como sus perros puedan visitar a los pacientes en centros de salud y también suministran información sobre perros de servicio.
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