Bamse: un héroe canino de la segunda guerra mundial

El perro San Bernardo

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Bamse, que en noruego significa “oso de peluche”, fue un perro San Bernardo que pasó a la historia como parte de la tripulación del Thorodd, un barco detector de minas de la Armada Noruega. Su valentía lo convirtió en un héroe canino y un símbolo de libertad durante la Segunda Guerra Mundial.

Antes de la guerra, Bamse era parte de la familia Hafto y vivía con cuatro hermanos humanos, en la ciudad noruega de Honningsvag. Como todo San Bernardo, era un perro cariñoso en extremo y protector de aquellos a quienes amaba. En cierta oportunidad, cuando la hija menor de la familia, Vigdis, cayó enferma, Bamse permaneció junto a su cama por doce días que llevó su recuperación durante los cuales sólo permitió acercarse al médico y a la madre de la familia.

Bamse se hizo un lugar en el recuerdo de quienes lo conocieron no sólo como un miembro más de la familia Hafto, sino también como un héroe canino, un marinero y un miembro modelo de la tripulación del Thorodd.

Bamse el perro héroe

Desde cachorro, Bamse solía acompañar al capitán Hafto cada vez que éste se lanzaba al mar a bordo del enorme Thorodd. Pero fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando el perro fue realmente apreciado como un marinero más por la tripulación al punto tal que el perro tenía su propio casco de acero hecho especialmente para usar mientras montaba guardia en la torre de armas.

Así como las historias de rescates milagrosos en los Alpes que hicieron al San Bernado ganar su fama de perro de rescate, son muchas las historias de valor protagonizadas por Bamse y muchas las personas que le deben su vida. Uno de ellos fue el Teniente Comandante de la Marina Noruega Olav August Johan Nilsen quien mientras caminaba por el muelle fue atacado por un hombre con un cuchillo. Siempre atento a todo, al notarlo, el perro se acercó y levantándose sobre sus patas traseras usó sus casi 120 kilos de peso y su gran porte para empujar al atacante hasta hacerlo caer al agua.

Otro de sus rescates fue cuando uno de los marineros cayó por la borda sin que el resto de la tripulación lo notara. Bamse no dudó en saltar al agua inmediatamente y aún al límite de sus fuerzas, logró mantener a flote al hombre hasta que la tripulación alertada por los ladridos, pudo subirlos nuevamente a bordo.

Un perro de trabajo talentoso

A pesar de ser recordado por su actuación durante tiempos de guerra, Bamse fue un verdadero pacificador. Como todos los de su raza tenía un temperamento tranquilo, amable y muy sociable.

Cada vez que alguno de los miembros de la tripulación estaba a punto de involucrarse en una pelea, el se paraba sobre sus patas traseras y haciendo uso de su gran porte empujaba por los hombros a uno de los contendientes evitando que la pelea tuviera lugar.

Conforme a su naturaleza de perro de trabajo, era un buen acompañante para diferentes actividades con numerosos talentos. Sus aventuras fueron la fuente de inspiración de muchas historias, muchas de ellas compiladas en el libro Sea Dog Bamse: World War II Canine Hero, escrito por Andrew Orr, Angus Whitson and Andrew A. Orr y publicado en inglés en 2008.

Una de sus particularidades era viajar solo en bus, para lo cual contaba con un pase especial que colgaba de su cuello. Sus viajes no eran sólo por placer como cuando visitaba las panaderías locales. Haciendo gala de su capacidad como perro de búsqueda y rescate, Bamse tenía por misión recorrer los bares para reunir a todos los miembros de la tripulación antes del toque de queda.

Este gigante tierno también era un gran deportista y tenía asignado el puesto de portero y era parte del equipo cuando los marineros jugaban al fútbol.

Muchas de sus travesuras y anécdotas graciosas generaron sonrisas que perduraron en el tiempo. Como por ejemplo cuando regresó al muelle cubierto de patas a cabeza con polvo de carbón. Su pelaje denso estaba tan increíblemente sucio que la tripulación se negó a permitirle subir a bordo. Para demostrarles que los perros pueden tener buen humor, en vez de insistir, Bamse ofreció la solución buscando un cubo de agua y sentándose junto al mismo esperando que alguien de la tripulación le diera un baño.

Bamse era más que la mascota de la tripulación, se había ganado un lugar como un miembro más de la misma. Por ello, cuando el Capitán Hafto se retiró y parecía que había llegado el momento de regresar al hogar con Bamse, los marineros anunciaron que no volverían a embarcar si el perro no los acompañaba. Esto obligó al capitán a dejarlo como parte de la tripulación hasta que terminara la guerra.

Tributo al héroe canino

El 22 de julio de 1944, Bamse falleció de insuficiencia cardíaca cerca de su barco. Ese día las las escuelas de su pueblo natal se cerraron y varios cientos de personas asistieron a su funeral. Fue sepultado con todos los honores militares en el muelle de Montrose, en Escocia con su cabeza apuntando en dirección a su Noruega Natal. Cada diez años, la Marina Real de Noruega celebra una ceremonia conmemorativa en su honor.

Después de su muerte, fue galardonado con el Norges Hundeorden en 1984 por su servicio de guerra. Así mismo, se convirtió en el único animal de la Segunda Guerra Mundial que recibió la Medalla de Oro PDSA por su valor y devoción al deber. Para su 60 aniversario, los miembros de la tripulación de la fuerza noruega y alrededor de 100 invitados, incluida la hija del capitán Hafto, Vigdis, fueron con su familia a presentar sus respetos.

Varias estatuas suyas se han instalado en diferentes lugares de Noruega así como un monumento de bronce de en Wharf Street, Montrose, Escocia, donde se encontraba el Thorodd al momento en el que Bamse falleció. Esta estatua creada por el escultor escocés Allan Herriot en 2006 fue realizada gracias al Proyecto Montrose Bamse, una organización fundada para mantener por siempre viva la historia de este increíble héroe canino de la segunda guerra.

En memoria de Bamse (1937-1944)

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Un paseo histórico

Durante su etapa a bordo del Thorodd, Bamse visitó numerosos puertos. Siempre se las arreglaba para conseguir que alguien lo llevara a pasear, especialmente debido a que su presencia era muy bien recibida por las jóvenes locales.

En su último puerto, hoy es posible recorrer el “Bamse Trail” que es un paseo por la zona del muelle de Montrose en Escocia que va desde la estatua de Bamse hasta el sitio donde se encuentra su sepultura. Durante el circuito, es posible obtener diferentes vistas al puerto así como de los diferentes bares, pubs y negocios del área por donde nuestro héroe dejó sus huellas en el tiempo.