Notiperros: Schoep vivirá por siempre en nuestros corazones

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Esta semana recibimos la triste noticia del fallecimiento de Schoep quien había celebrado recientemente su  vigésimo cumpleaños rodeado del afecto de su amo, John y miles de personas que se enamoraron de su historia y lo siguen a través de su página de Facebook. Para muchos de sus fans y los amigos virtuales, el equipo CosmodoggyLand incluido, el deseo de tener entre nosotros Shoep hizo que los sentimientos no dieran espacio a la razón. Todos sabíamos que era un  perro mayor y que su preciosa vida se había extendido gracias a la fuerza del amor y la dedicación de John. Sin embargo, decidimos anteponer la esperanza, y la noticia de su muerte nos tomó por sorpresa y nos llenó de tristeza.

Tal vez, esto se debe a que para mucha gente,  Schoep y John simbolizan mucho más que una

historia de amistad que ganó popularidad gracias a una foto. Hoy en día, bastante tiempo después de ese momento en que su historia se hizo conocida, su página de Facebook cuenta con 270.000 seguidores que enviaron mensajes de pésame que se cuentan por miles. Para muchos  de los fans, John y Schoep representan la expresión y ejemplo de esos valores que la humanidad ha ido perdiendo a lo largo del camino de la modernidad, pero que son importantes y deben   mantener vivos para pasar a las generaciones venideras. Esos valores que hacen a la esencia del ser humano y que a veces a costa de olvidarlos, necesitamos un perro para que nos los recuerde. Esos valores que los perros conservan y exhiben, que inspiraron este blog y que sin duda explica por qué nos llega muy especialmente y el mensaje de John & Schoep. En un mundo donde se nos enseña que la ecuación costo-beneficio debe ser aplicado a todo, inclusive la vida, un hombre no escatima recursos y  tiempo para llevar a su viejo amigo al río sólo para aliviar su dolor.  En momentos en que nuestra sociedad trata y / o acepta la eutanasia , John pone todo su esfuerzo en dar a su perro enfermo un poco más de vida. En nuestra cultura del amor descartable y la falta de compromiso, este hombre nos muestra que la vida es una rueda, y no debemos dudar en pagar a los que se ocuparon de nosotros antes, incluso si hoy son mayores y débiles.  Los resultados de su ejemplo fueron maravillosos y miles de personas más allá de toda frontera se comprometieron, participaron y ayudaron a este “caso perdido” que John compartió inesperadamente con el mundo. Millones de personas de todo el globo y un número de seguidores de Facebook que a más de una figura del espectáculo le gustaría tener, demuestran que esos valores a simple vista devaluados, estan aún bien fuertes y arraigados en una gran parte  de nuestra sociedad moderna.

¿Fue todo eso lo que Hannah Stonehouse Hudson  capturó con su cámara ese día en el río? Cómo saberlo, pero el hecho de que la foto fue viral y que el número de fans creció y se mantuvo en e tiempo es más que un indicio de que no se trató simplemente de otro  fenómeno de Internet . La imagen atravesó nuestra armadura de indiferencia cotidiana y se fue directo a nuestro corazón. 

Sin duda, Schoep era un perro único pero también lo es John, su amigo humano, que se atrevió a priorizar lo que es realmente importante y  demostrar al mundo el poder inconmensurable de su acción.  Vayan nuestras más sinceras condolencias a John y esperamos que pueda de convertir su dolor en un puente para llegar a todas aquellas personas que puedan contribuir a mantener vivos, para bien de toda la humanidad, los valores que Schoep despertaron en él. Permitámonos nuevamente anteponer la esperanza.